miércoles, 31 de agosto de 2011

APUESTAS

LUDOPATÍA
Publicado en la revista CAMBIO del Edomex #75 de Agosto de 2011

En una plaza comercial de Metepec han instalado un casino, uno de los varios que operan desde que Santiago Creel los autorizara, siendo Secretario de Gobernación de Fox. Pues en esa plaza comercial tuve tiempo suficiente la otra mañana para observar a un individuo de espíritu desmayado, sentado en una banca, mirando su celular con aspecto de absoluto desasosiego. Pasé frente a él para ir al banco. Hice muchos minutos de cola en el banco porque el señor delante de mí depositaba nada menos que ciento ochenta mil pesos en efectivo, dinero que fue sacando de diferentes sobres. La cajera contaba los billetes con calma, sin inquietarse; yo en cambio estaba impresionada pensando quién podía estar tan quitado de la pena con tanto dinero contante y sonante. Al salir del banco vi el letrero del casino y entendí: la casa siempre gana. Volví sobre mis pasos y ahí seguía el triste personaje solitario, en bancarrota y presentí que estaba al borde del suicidio o del robo.


Si acaso los casinos fueran glamorosos, elegantes y caros (con fichas mínimas elevadas) al menos así, sólo los ricos, los ahítos, los millonarios podrían jugar y perder su dinero. Pero la realidad es otra, nuestros nuevos casinos no son Montecarlos sino vulgares bodegas donde cualquiera puede iniciarse en el juego. Iniciación nada saludable para quien vive al día y que una vez atrapado miente, estafa, roba o extorsiona. “Vivir mejor” sentencia el anti-gobierno federal. No dudo que el gran señor que depositaba los ciento ochenta mil pesos en efectivo viva mejor. Pero, los adictos al juego, ¿cómo viven? Sin duda la legalización del juego es uno de los factores de la violencia y de la corrupción de la última década que corroe a nuestra sociedad junto con la proliferación de la Santa Muerte, de la podredumbre del Instituto Nacional de Migración y del sindicato de maestros.


Pero hay otra ludopatía que me preocupa y es la que padece Calderón. Él juega a hacer la guerra a sus compatriotas malosos y no sabe ningún otro juego. Y ojalá fuera un juego y los muertos se levantaran risueños, limpiándose el polvo y dijeran ahí muere, mejor nos vamos a trabajar o a estudiar o a pasear al perro. Pero los muertos son reales, son mexicanos y centroamericanos que no entendieron la criminalización de sus vidas.


Franklin E. Zimring, investigador de la universidad de Berkeley, analiza la disminución constante y sostenida de los delitos en la ciudad de Nueva York desde 1990. (How New York Beat Crime, revista Scientific American, agosto 2011). Resulta interesante leer cómo la ciudad de Nueva York sigue bajando sus índices delictivos sin atacar a los drogadictos, sin encarcelarlos, sin acosarlos. Veinte años de criminalidad a la baja en la Gran Manzana gracias a simples mecanismos de eficiencia en el combate al delito común y que, mientras en el resto de la Unión Americana los índices de encarcelamiento aumentaron en 65%, en Nueva York bajaron y los crímenes serios se redujeron en 85%.


Si a alguien de los servicios de inteligencia le importa detener la escalada demencial de crímenes en México, puede leer este artículo académico y ponerse a pensar en cuáles otros juegos recetarle al ludópata Calderón, para que no acabe con todos nosotros con tal de ganar una guerra que sólo se libra en su culpa original, confesada con el pervertido dicho de haiga sido como haiga sido.

jueves, 4 de agosto de 2011

LLUVIA EN EL ALTIPLANO CENTRAL





LA REFUNDACIÓN DE TENOCHTITLAN


Publicado en CAMBIO del Estadode México. Julio 2011







No se puede vivir con el agua a las rodillas, pero sí se puede convivir con el agua si se piensa un poco antes de fincar. El oriente del valle de México se inunda porque el agua de lluvia vuelve por sus reales y reconoce el cuenco del lago de Texcoco. ¿Cómo construir entonces sobre un lago intermitente, un lago que se hace grandote y se hace chiquito?



Las chinampas mexicas fueron la solución que los aztecas encontraron para convivir con el agua. Ellos dragaron el lecho del lago y echaron ese lodo sobre el suelo húmedo, siguieron dragando y subiendo sus islotes artificiales. Así crearon una ciudad de canales y de parcelas de tierra firme, es decir, de chinampas. En ellas se vivía, se sembraba y cosechaba. Por los canales se iba y venía en trajineras como se hace aún en Xochimilco.



Hoy, las inundaciones recurrentes son cada vez más graves debido la inmensa mancha urbana pavimentada e impermeable. Los asentamientos bajos y extensos han ocupado todo el vaso y el río de Los Remedios, convertido en canal, pasa por encima del nivel a desaguar. Y ahí está el detalle: el área de los lagos debe volver a ser propiedad federal, no propiedad privada como se ha ido convirtiendo por obra y gracia de la complacencia de los gobiernos del Estado de México y del federal. Se ha vendido tierra de la nación inundable a particulares. Se ha enajenado un bien hidrológico, regulador del nivel del valle, a gente pobre. Se ha timado, se ha lucrado y se ha canjeado tierra por lealtad electoral. Y seguirá lloviendo cada año y seguirán las indemnizaciones, las tarjetas de a diez mil pesos, las miradas compasivas de los funcionarios públicos con botas de hule.



LA PROPUESTA
El oriente del valle debe refundarse sobre un terreno sin pavimentos donde vuelva el agua a reflejar los volcanes. Los edificios deberán emerger de entre las aguas, cimentados profundamente sobre pilotes de fricción. El nivel de banqueta deberá quedar alto, a unos 2 metros del suelo actual. El transporte circulará por canales reguladores que mantendrán siempre un nivel mínimo de agua para deslizarse. Los bicitaxis pedalearán en el agua, serán como los cisnes del lago de Chapultepec.



Los ductos de abastecimiento de agua potable serán flexibles para evitar fugas y los drenajes irán a micro plantas tratadoras, a razón de una por cada manzana, antes de descargar en los canales.



Durante los meses de estiaje o sequía, el fondo del lago aparecerá como un tapete craquelado con hierbas silvestres y surcado por canales con embarcaciones. El paisaje natural seguirá vivo bajo la sombra de las construcciones y durante las lluvias el cuerpo de agua no necesitará ser desaguado. Manzana a manzana la obra debe comenzar y sugiero que la gran explanada frente al Palacio Municipal de Chalco Solidaridad sea el laboratorio donde se levante el primer complejo elevado sobre pilotes profundos. Seguramente servirá además de refugio para los damnificados de la próxima inundación.



Desde ahí y para los cuatro puntos cardinales, el ejercicio deberá continuar a través de los canales, los que siguiendo el trazado de las calles actuales, llegan hasta el lago que aún existe y así, manzana a manzana, chinampa a chinampa, islote a islote, se habrá refundado Tenochtitlán.