lunes, 16 de agosto de 2010

Lerma y Las Torres


COMO BURRO SIN MECATE


Publicado en CAMBIO de julio 2009

El nuevo trazo de la prolongación de la Avenida Las Torres irá a agravar el nudo vehicular que se atora en el acceso a San Mateo Atenco, porque el diseño carretero vuelve, como burro sin mecate a su pesebre, es decir, lleva el tránsito pesado al punto más bajo y más congestionado del crucero Lerma-San Mateo.
Lejos de seguir la línea de cables de las torres de alta tensión, la nueva prolongación de la Avenida, no cruzará el río Lerma bajo su línea de cables, sino que volverá a montarse en el maltratado Paseo Tollocan para salir por el mismo cuello de botella actual, por el mismo talón de Aquiles del Estado de México (el puente sobre el río Lerma) y por el mismísimo espacio saturado que hoy por hoy es peligroso y casi intransitable.
La noche del 1 de julio llovió sin parar en el valle de Toluca, el antiguo valle del Matlatzingo. La mañana del 2 de julio el Paseo Tollocan se movía con lentitud hacia la salida a México. Las líneas de autos apenas avanzaban y no se veía accidente alguno que justificara la pereza del flujo. Hasta que apareció el peine: la inundación en la lateral del Paseo a su cruce con San Mateo Atenco y Lerma. Librado ese punto donde los autos no avanzaban hacia la lateral y obstruían los carriles centrales, la situación se normalizó.
En la convocatoria para la prolongación hacia el oriente de la vialidad Las Torres, se habla de dos puentes paralelos que cruzan el río Lerma. Sin embargo en la apreciación que me fue dable ver del plano final del nuevo trazo, ya licitado y adjudicado, tales puentes han desaparecido y la vialidad ya no cruza el río Lerma de manera independiente, sino que tuerce hacia “el Zapata” (me refiero a la ubicación original de la estatua ecuestre).
Este rediseño del trazo complica las cosas porque suma desorden al caos actual del sitio y no libera a este valle del cordón umbilical al que está sometido, teniendo como tiene, un solo punto de cruce sobre el río Lerma. La industria de este valle de Toluca está familiarizada con los graves atrasos en sus insumos provenientes de las inmovilizantes colas de trailers que se forman cuando ocurre un accidente y que les representan grandes pérdidas y baja competitividad.
Hacer obra pública que no soluciona problemas viales sino que los aleja tantito, es un despropósito. Es hacer por hacer. Si la Vialidad Las Torres se prolongara, como decía la convocatoria, hasta cruzar el río Lerma con un par de puentes paralelos, integrándose a la carretera México Toluca a la altura de San Pedro Tultepec, la deuda valdría la pena. Pero el Estado de México quedará endeudado y hecho bolas de todas maneras, debido a que entre la licitación y la adjudicación, un duende cambió el diseño para que nada cambie y todo sigua igual de mal en el crucero de San Mateo.

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